- Leopoldo Logones -
Al promediar la tarde de aquel día,
Cuando iba mi habitual adiós a darte,
Fue una vaga congoja de dejarte
Lo que me hizo saber que te quería.
Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía. . .
Con tu rubor me ilumino al hablarte,
Y al separarnos te pusiste aparte
Del grupo, amedrentada todavía.
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa,
Mas ya la plenitud de la promesa
Nos infundía un júbilo tan blando,
Que nuestros labios suspiraron quedos . . .
Y tu alma estremecíase en tus dedos
Como si se estuviera deshojando.
Lea tambien:
- TE IMAGINAS, AMOR... - Elsa López
- TE HE QUERIDO, TU BIEN LO SABES - Elsa López
- TAN SENCILLO ESTE AMOR... - Elsa López
- LOS DOMINGOS NO LLUEVE.. - Elsa López
- HAY TARDES QUE TIENEN GRIS LA MIRADA.. - Edith Checa
- COMTEMPLO TU ROSTRO DE ESCARPADOS GESTOS.. - Edith Checa
- AQUÍ, LA PUERTA ABIERTA... - Teresa Gómez
- TODO RESPIRA AMOR... - Blanca De Los Ríos